Lo único que puedo asegurar es que mi computadora y yo vamos a estar siempre: esto es básicamente no atarse a nada, justamente porque yo viajo y quiero tener la libertad de siempre estar completa, parar en cualquier lado y tocar". Se refiere a que ella es ella, más allá de las formaciones de bandas. Y es Erica García ahora Erica/Eleven. Excepto cuando canta o cuando es retratada, casi siempre se ríe, con la gran y siempre-sensual boca que popularizó "está todo muy bien o todo como el orto?" en su tema más conocido: Positiva.
Ella dice que tiene cariño por esa etapa, pero que ya fue: la toma como parte de su evolución. Por eso, cuando se fue a instalar a Los Angeles en 2003, se volcó a proyectos distintos de lo que venía haciendo. "No extrañaba nada de lo que hacía. Y me gustaba lo nuevo. Pensé: me quedo en Estados Unidos. Pero este año, me cayó la ficha de cómo unir los mundos".
Así, decidió volver a Buenos Aires, pero sin traer todas sus pertenencias para vivir un poco y un poco en cada sitio.
-¿Sentías presión de venir a Argentina con algo distinto?
-No porque yo quise desaparecer. Molestar en otro lugar. Jajaja. Me encanta hacer eso.
1) Del lado de allá: L.A. Se fue en 2003, de la fama a empezar de cero. Y le cuesta resumir estos siete años. "Pensá que yo no tenía amigos latinos o argentinos allá, fue todo nuevo con americanos, fue como una vida nueva. Es difícil condensar tantos estímulos".
Estos estímulos son, por ejemplo, amistades como Devendra Banhart, que la arengó en su proyecto folk Mountain Party, y Van Dyke Parks con quien empezó a trabajar pero no concretó: "Grabé unos demos con él. Pero le encantaba Vete Destino, esa onda. Me di cuenta de que nunca íbamos a poder congeniar, je".
-¿Cómo es la escena latina allá?
SEnDApenas llegué allá me di cuenta de que el rock español no está conquistando los Estados Unidos, como los latinos dicen: no existe crossover. Para ellos es lo mismo Babasónicos que Enrique Iglesias. Los artistas que van, tocan para un público 90% latino.
-¿Por qué se mudan tantos músicos a Los Angeles?
-Después del 9/11 la gente de Nueva York se fue a Los Angeles y N.Y. quedó desolada, a pesar de que es una de las ciudades más hermosas del mundo. Había quedado una carga muy potente.
Como otros estímulos en territorios yanquis, Erica empezó a practicar una religión nueva: el Sikhismo. "Estuve un año muy pegada, con turbante y túnica blanca, por toda la ciudad. Ahora saqué de ahí las cosas que me hacen bien para la vida pero, por un momento, estaba pirando, estaba alejada, no componía, no veía a mis amigos. La única música que podés escuchar son mantras. A mí me encantaba porque soy muy espiritual pero también soy muy mundanal".
-¿Cómo entraste ahí?
-Entré al Sikhismo por el Kundalini Yoga, me hice maestra. De ahí saqué mucho trip y aprendí a tocar el gong, tengo uno de frecuencias muy bajas con el cual te vas al quinto cielo. ¡Y también me quedó el turbante!
2) Del lado de acá: B.A. El 11 de agosto pisó Ezeiza. "Todo me pasaba en días 11, y me fijo mucho en el significado de los números", cuenta. De ahí Eleven, el nombre de Erica García hoy. Y también de "elevar". Cuando llegó se fue a vivir a Las Cañitas con su perrita Polly Jean (homenaje a la Harvey) y sumó a Erica/ Eleven a Gerardo Farez, como coequiper y a Federico Estevez como percusionista.
Los seis temas que tocan especialmente para el Sí! suenan poderosos, electrónicos, densos, tribales. Erica cierra su uni-presentación con un texto mántrico: "no tengo miedo al amor, no tengo miedo al amor". Pero por mail, después, aclara: "Mentira, tengo muchísimo miedo".
En B.A. se asombró. "Me reconocen y eso que estoy con flequillo. Me di cuenta de que tengo mucha más acción acá". Cuenta esto en su primer día de estado gripal en años: dice que está resfriada porque comió harina.
-¿Cómo?
-Acá todo se come con harina. Yo soy vegana alcalina. Hay productos como la harina, los huevos o el azúcar que se consideran alimentos ácidos. Si no estás acostumbrada, te enfermás.
-Diseñás tu ropa.
-Siempre lo hice y ahora logré un style muy definido, que también es unisex. En Los Angeles somos una tribu muy grande de músicas que diseñan y vendíamos nuestros trabajos en Show Pony. Ahora voy a sacar una línea de ropa: falta conseguir un inversor.
-¿Sentiste que necesitabas volver porque extrañabas?
-Me criaron desarraigada. Tengo una familia desmembrada: todos separados. Nunca tuve una cosa de "uh, la familia". Naturalmente me siento bien en todos lados.
Ella dice que tiene cariño por esa etapa, pero que ya fue: la toma como parte de su evolución. Por eso, cuando se fue a instalar a Los Angeles en 2003, se volcó a proyectos distintos de lo que venía haciendo. "No extrañaba nada de lo que hacía. Y me gustaba lo nuevo. Pensé: me quedo en Estados Unidos. Pero este año, me cayó la ficha de cómo unir los mundos".
Así, decidió volver a Buenos Aires, pero sin traer todas sus pertenencias para vivir un poco y un poco en cada sitio.
-¿Sentías presión de venir a Argentina con algo distinto?
-No porque yo quise desaparecer. Molestar en otro lugar. Jajaja. Me encanta hacer eso.
1) Del lado de allá: L.A. Se fue en 2003, de la fama a empezar de cero. Y le cuesta resumir estos siete años. "Pensá que yo no tenía amigos latinos o argentinos allá, fue todo nuevo con americanos, fue como una vida nueva. Es difícil condensar tantos estímulos".
Estos estímulos son, por ejemplo, amistades como Devendra Banhart, que la arengó en su proyecto folk Mountain Party, y Van Dyke Parks con quien empezó a trabajar pero no concretó: "Grabé unos demos con él. Pero le encantaba Vete Destino, esa onda. Me di cuenta de que nunca íbamos a poder congeniar, je".
-¿Cómo es la escena latina allá?
SEnDApenas llegué allá me di cuenta de que el rock español no está conquistando los Estados Unidos, como los latinos dicen: no existe crossover. Para ellos es lo mismo Babasónicos que Enrique Iglesias. Los artistas que van, tocan para un público 90% latino.
-¿Por qué se mudan tantos músicos a Los Angeles?
-Después del 9/11 la gente de Nueva York se fue a Los Angeles y N.Y. quedó desolada, a pesar de que es una de las ciudades más hermosas del mundo. Había quedado una carga muy potente.
Como otros estímulos en territorios yanquis, Erica empezó a practicar una religión nueva: el Sikhismo. "Estuve un año muy pegada, con turbante y túnica blanca, por toda la ciudad. Ahora saqué de ahí las cosas que me hacen bien para la vida pero, por un momento, estaba pirando, estaba alejada, no componía, no veía a mis amigos. La única música que podés escuchar son mantras. A mí me encantaba porque soy muy espiritual pero también soy muy mundanal".
-¿Cómo entraste ahí?
-Entré al Sikhismo por el Kundalini Yoga, me hice maestra. De ahí saqué mucho trip y aprendí a tocar el gong, tengo uno de frecuencias muy bajas con el cual te vas al quinto cielo. ¡Y también me quedó el turbante!
2) Del lado de acá: B.A. El 11 de agosto pisó Ezeiza. "Todo me pasaba en días 11, y me fijo mucho en el significado de los números", cuenta. De ahí Eleven, el nombre de Erica García hoy. Y también de "elevar". Cuando llegó se fue a vivir a Las Cañitas con su perrita Polly Jean (homenaje a la Harvey) y sumó a Erica/ Eleven a Gerardo Farez, como coequiper y a Federico Estevez como percusionista.
Los seis temas que tocan especialmente para el Sí! suenan poderosos, electrónicos, densos, tribales. Erica cierra su uni-presentación con un texto mántrico: "no tengo miedo al amor, no tengo miedo al amor". Pero por mail, después, aclara: "Mentira, tengo muchísimo miedo".
En B.A. se asombró. "Me reconocen y eso que estoy con flequillo. Me di cuenta de que tengo mucha más acción acá". Cuenta esto en su primer día de estado gripal en años: dice que está resfriada porque comió harina.
-¿Cómo?
-Acá todo se come con harina. Yo soy vegana alcalina. Hay productos como la harina, los huevos o el azúcar que se consideran alimentos ácidos. Si no estás acostumbrada, te enfermás.
-Diseñás tu ropa.
-Siempre lo hice y ahora logré un style muy definido, que también es unisex. En Los Angeles somos una tribu muy grande de músicas que diseñan y vendíamos nuestros trabajos en Show Pony. Ahora voy a sacar una línea de ropa: falta conseguir un inversor.
-¿Sentiste que necesitabas volver porque extrañabas?
-Me criaron desarraigada. Tengo una familia desmembrada: todos separados. Nunca tuve una cosa de "uh, la familia". Naturalmente me siento bien en todos lados.
FUENTE: S! (CLARIN)
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